La inquietud del mercado crece a pesar de la fortaleza de las ganancias corporativas

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La reciente volatilidad del mercado de valores indica una creciente ansiedad de los inversores, incluso cuando las ganancias corporativas siguen siendo sólidas. El S&P 500 experimentó una sesión de negociación agitada el viernes, recuperándose de las primeras caídas, pero enfrenta la perspectiva de una segunda pérdida semanal consecutiva, algo poco común desde junio. Este sentimiento mixto refleja una curiosa combinación de optimismo y preocupación subyacente a medida que los inversores navegan por condiciones de mercado inciertas.

La resiliencia de las ganancias enmascara preocupaciones más amplias

El desempeño corporativo sigue siendo un factor clave del sentimiento del mercado. Las empresas del S&P 500 están preparadas para lograr un cuarto trimestre consecutivo de crecimiento de ganancias de dos dígitos, una hazaña vista por última vez en 2021, durante el repunte económico pospandémico. Más del 90% de las empresas del S&P 500 han informado resultados del tercer trimestre, con un aumento promedio del 13% año tras año. El índice en sí ha subido aproximadamente un 13% respecto al año anterior, lo que sugiere una fortaleza económica subyacente.

Sin embargo, los participantes del mercado reconocen que este desempeño puede no ser sostenible. Los inversores están castigando a las empresas que no cumplen con las expectativas más severamente de lo habitual, mientras que las ganancias para aquellas que superan las estimaciones son modestas. Esto sugiere una mayor sensibilidad a las señales negativas, lo que sugiere una fragilidad subyacente.

Exageración de la IA y disparidad económica

El auge de la inteligencia artificial (IA) ha impulsado gran parte del reciente repunte del mercado, atrayendo inversiones masivas e impulsando las valoraciones a niveles sin precedentes. Sin embargo, el sector vinculado a la IA ha tenido un desempeño inferior al S&P 500 en general en las últimas semanas, lo que sugiere un posible cambio en el enfoque de los inversores.

A la inquietud se suma la creciente brecha económica entre quienes se han beneficiado del repunte del mercado y quienes no. El 10% más rico de los hogares estadounidenses representa ahora casi la mitad de todo el gasto de los consumidores –la proporción más alta desde finales de los años 1980–, mientras que los consumidores de menores ingresos siguen luchando contra una inflación persistente y una desaceleración del mercado laboral. Esta disparidad plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento económico, a medida que el gasto de los consumidores se concentra cada vez más entre los ricos.

Las empresas más pequeñas sienten la presión

Si bien las empresas de gran capitalización del S&P 500 han demostrado resiliencia, las empresas más pequeñas enfrentan mayores obstáculos. El índice Russell 2000, que sigue a las empresas públicas más pequeñas, va camino de su tercera pérdida semanal consecutiva, su racha de pérdidas más larga desde marzo. Esto sugiere que las presiones económicas están afectando desproporcionadamente a las empresas más pequeñas, que están menos equipadas para capear las crisis económicas.

Se avecinan informes de ganancias clave

Los informes de resultados de la próxima semana pondrán a prueba aún más la confianza de los inversores. La empresa de alto nivel Nvidia, un referente del auge de la IA, publicará resultados junto con Walmart y Target, que brindan información sobre el gasto de los consumidores entre los hogares de bajos ingresos. La capacidad de los minoristas para mantener la rentabilidad frente a vientos económicos en contra será un indicador crítico de la salud del mercado.

A pesar de la reciente fortaleza corporativa, las crecientes disparidades económicas y una mayor sensibilidad a las señales negativas sugieren que el mercado puede estar entrando en una fase más volátil. Los inversores son cada vez más cautelosos ante la sobrevaluación y los posibles obstáculos económicos, lo que indica una creciente sensación de malestar bajo la superficie.