Zillow elimina puntuaciones de riesgo climático en medio del rechazo de los agentes inmobiliarios

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Zillow ha eliminado discretamente las puntuaciones de riesgo climático de más de un millón de listados de propiedades después de enfrentar críticas de agentes inmobiliarios que afirmaban que los datos estaban impactando negativamente las ventas. La medida pone de relieve una tensión creciente entre la transparencia y los intereses del mercado frente a los crecientes impactos del cambio climático.

La retirada de la transparencia

Zillow presentó inicialmente los datos de riesgo climático en septiembre de 2024, respondiendo al hecho de que más del 80% de los compradores de viviendas ahora consideran los riesgos climáticos al tomar decisiones. Los datos, proporcionados por First Street, una startup de análisis de riesgos climáticos, mostraron peligros potenciales como inundaciones e incendios forestales. Sin embargo, el Servicio Regional de Listados Múltiples de California (CRMLS) presionó con éxito para que se eliminara, argumentando que las puntuaciones estaban disuadiendo a los compradores.

Ahora, en lugar de puntuaciones directas, los listados sólo incluyen un enlace a los datos de First Street si los consumidores lo buscan, ocultando efectivamente la información de forma predeterminada. El portavoz de First Street, Matthew Eby, sostiene que esto oscurece información crucial para la toma de decisiones: “Cuando los compradores carecen de acceso a información clara sobre el riesgo climático, toman la decisión financiera más importante de sus vidas mientras vuelan a ciegas”. El riesgo no desaparece; simplemente pasa a ser una responsabilidad posterior a la compra para el propietario.

Por qué esto es importante: los costos invisibles del cambio climático

No se trata sólo de ventas de bienes raíces; se trata de la supresión deliberada de información vital sobre riesgos financieros. El cambio climático ya está elevando las tasas de seguros, los impuestos a la propiedad e incluso haciendo que algunas áreas no sean asegurables. Los compradores que no sean conscientes de estos riesgos podrían enfrentarse a cargas financieras agobiantes en el futuro.

La resistencia de la industria también subraya un problema mayor: los mapas de peligros oficiales a menudo están desactualizados o subestiman el riesgo real. Un análisis de la Universidad Estatal de Luisiana encontró que casi el doble de propiedades están en riesgo de inundación de lo que indican los mapas de FEMA. Esto significa que los compradores que dependen de datos obsoletos pueden estar entrando, sin saberlo, en territorio financiero peligroso.

Rechazo de la industria e integridad de los datos

El director ejecutivo de CRMLS, Art Carter, desestimó la relevancia de las puntuaciones de riesgo climático, sugiriendo que las propiedades que no se han inundado en décadas probablemente no se inundarán pronto. Este argumento ignora la frecuencia e intensidad cada vez mayor de los fenómenos meteorológicos extremos impulsados ​​por el cambio climático. First Street defiende sus modelos como científicamente sólidos, citando predicciones exitosas durante los incendios forestales de Los Ángeles, donde sus mapas identificaron con precisión propiedades de alto riesgo antes de que lo hicieran los mapas oficiales de peligros estatales.

El panorama general: una carrera contra el tiempo

Las industrias inmobiliaria y de seguros están en una carrera contra el empeoramiento de los patrones climáticos. Los inversores y las aseguradoras ya están utilizando datos climáticos para evaluar el riesgo, pero los consumidores a menudo se quedan en la oscuridad. La medida inicial de Zillow para brindar transparencia fue un paso hacia la nivelación del campo de juego, pero las objeciones de los agentes inmobiliarios han empujado efectivamente a la industria hacia la opacidad.

El mensaje subyacente es claro: en muchos casos, las fuerzas del mercado darán prioridad a las ganancias a corto plazo sobre la conciencia del riesgo a largo plazo. Esto deja a los compradores de viviendas expuestos a consecuencias financieras potencialmente devastadoras mientras el cambio climático continúa acelerándose.