Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ganó una importante batalla legal contra la Comisión Federal de Comercio (FTC) en un caso antimonopolio que podría haber obligado al gigante tecnológico a disolverse. Un juez de distrito de EE. UU. dictaminó que Meta no mantiene actualmente un monopolio en el mercado de las redes sociales, desestimando la afirmación de la FTC de que la empresa sofocó ilegalmente la competencia mediante adquisiciones.
El núcleo del caso
La FTC argumentó que Meta, bajo el director ejecutivo Mark Zuckerberg, adquirió sistemáticamente rivales potenciales –sobre todo Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014– para eliminar la competencia, siguiendo una estrategia que el propio Zuckerberg describió en un correo electrónico de 2008 como “mejor comprar que competir”. La agencia presentó comunicaciones internas, incluidos los propios correos electrónicos de Zuckerberg, como prueba de esta intención. Sin embargo, el tribunal determinó que, si bien las acciones pasadas podrían haber sido cuestionables, la FTC no pudo demostrar que Meta actualmente tiene poder de monopolio.
Arenas movedizas de las redes sociales
El juez enfatizó que el panorama de las redes sociales ha cambiado drásticamente desde que se presentó la demanda en 2020. El ascenso de TikTok como competidor dominante fue un factor clave. El fallo destacó cómo las definiciones rígidas del mercado (específicamente, excluir de la consideración plataformas como TikTok, YouTube y los mensajes de Apple) no reflejan la realidad del entorno social interconectado actual. Como dijo el juez, tomando prestado del filósofo griego Heráclito, “no se puede entrar dos veces en el mismo río”, lo que significa que las reglas de la competencia siempre cambian.
La visión estrecha de la FTC
El enfoque de la FTC en las adquisiciones pasadas de Instagram y WhatsApp por parte de Meta (acuerdos que fueron aprobados en ese momento) no fue suficiente para probar una violación legal actual. El tribunal exigió pruebas de comportamiento anticompetitivo continuo, que la FTC no proporcionó. Esto ilustra un desafío más amplio en la aplicación de las leyes antimonopolio: demostrar que una empresa dominante mantiene activamente su poder en lugar de simplemente beneficiarse de éxitos pasados.
Implicaciones y lo que sigue
La victoria de Meta no es necesariamente una sorpresa, dada la agresiva adaptación de la compañía al auge de TikTok en los últimos años. Sin embargo, esto no significa que Meta esté fuera de peligro. La compañía aún enfrenta próximos juicios relacionados con los impactos de sus plataformas en la salud mental de los niños, así como el escrutinio de sus enormes inversiones en inteligencia artificial.
“Esta decisión reconoce que Meta enfrenta una competencia feroz”, dijo Jennifer Newstead, directora legal de Meta. “Nuestros productos son beneficiosos para las personas y las empresas y ejemplifican la innovación estadounidense”.
El fallo subraya la dificultad de aplicar los principios antimonopolio tradicionales a los mercados digitales en rápida evolución. Si bien Meta ha sobrevivido a este desafío, el debate sobre su poder de mercado y sus prácticas competitivas está lejos de terminar.
